Cuando uno piensa en humor fantástico, es inevitable pensar en Terry Pratchet. Este autor británico, que escribió a cuatro manos con Neil Gaiman la novela Buenos presagios, es más conocido por crear la absurda y surrealista saga de Mundodisco.
Una saga muy, muy larga, con 41 libros a sus espaldas, en los cuales se intercalan protagonistas y narraciones de todo tipo y en la que un libro no suele guardar relación con el siguiente más allá del mundo en el que está ubicada.
Mucha gente, de hecho, suele recomendar empezar por libros como Mort, o ¡Guardias, guardias!, considerados de los más divertidos de la saga, en lugar de este.
Yo, no obstante, soy un bicho raro y, aunque muchos me advirtieron de lo contrario, decidí empezar por El color de la magia, la primera obra publicada de esta saga.
¿Cometí un error?
¿Tenían razón mis amigos cuando decían que el primer libro era infumable?
A continuación comparto mis impresiones.
Índice
Ficha técnica de El color de la magia
- Título del libro: El color de la magia
- Autor(a): Terry Pratchett
- ISBN: 9788497596794
- Número de páginas: 288 páginas
- Fecha de publicación: 1983
- Disponible en Amazon en varios formatos, incluído el digital.
Mundodisco es un lugar muy, muy extraño
Mundodisco es un lugar que, como su propio nombre indica, es plano y gira sobre sí mismo como un disco de vinilo. El norte y el sur, en lugar de tomar de referencia los polos magnéticos de la Tierra, representan si te acercas o alejas del Eje sobre el que gira. Lo más raro, no obstante, no es esto, qué va.
El Disco, según explican, está apoyado en cuatro elefantes. Sobre estos cuatro elefantes, hay una tortuga, que se desplaza a través del universo y cuya existencia plantea variopintas preguntas como ¿será macho o hembra? ¿Tendrá sus correspondientes genitales? ¿Qué pasará si algún día conoce a otra tortuga y decide darles uso?
Todo estas preguntas, que el libro formula en su prólogo, te permiten hacerte a una idea de lo que te espera: un mundo absurdo y disparatado, cuyas normas no siempre te van a quedar muy claras, ya que el autor las malea y tergiversa con la intención de arrancarte una buena carcajada. A mí, en algunos momentos, me han mirado raro mientras estaba en el autobús por haberme reído en algún pasaje concreto.
El inicio de El color de la magia, eso sí, es bastante flojo
Si bien, como ya he dicho en el punto anterior, el libro ha conseguido que me riera, lo cierto es que las primeras páginas del libro me han parecido bastante flojas. Me atrevería a decir, incluso, que la primera de las cuatro partes que componen El color de la magia me pareció aburrida.
El libro, no obstante, mejora una vez sus protagonistas abandonan la ciudad donde se conocen.
Las tres partes posteriores te narran distintas aventuras que viven a lo largo de sus viajes y, en general, son mucho más divertidas. Las referencias a distintos estereotipos de la fantasía, así como a personajes de otros autores son constantes, aunque revestidas de un absurdo que se extiende a cada rincón del mundo.
Un mago, un dominguero y su equipaje con patas entran en un bar
El color de la magia tiene dos protagonistas: el primero de ellos es Dosflores, un exoficinista un tanto manirroto que, cansado de su trabajo, decide subirse a un barco con sus ahorros para recorrer el Mundodisco. En su primer aventura, conocerá a Rincewind, un mago chapucero, que solo conoce un hechizo que se niega a utilizar, y que se verá obligado a trabajar de intérprete para el turista.
Los dos personajes, en general, son opuestos: Dosflores quiere ver mundo, vivir aventuras y tiene su propia seguridad muy abajo en su lista de prioridades; Rincewind es cobarde, realista y lo único que quiere es que le dejen tranquilo. Preferiblemente, eso sí, con el oro de su manirroto cliente.
Buena parte del humor del libro, por tanto, se basa en el choque entre ambos personajes y su forma de ver el mundo, cuando algo extraordinario y peligroso se cruza en sus vidas.
A lo largo de sus cuatro partes, además, el libro introduce a otros personajes, como Hrun, el bárbaro, un héroe de Chimeria, al que lo único que le gusta más que el oro es su propio reflejo en un espejo. Empiezas a ver el patrón, ¿verdad?
¿Merece la pena leer El color de la magia?
Yo te diría que sí. Lo cierto es que, antes de empezar a leerlo, mucha gente me advirtió de que los primeros libros de la saga de Mundodisco eran “los malos” y que era mejor empezar por otros diferentes, así que me esperaba lo peor.
En cambio, me encontré con una novela que, pasadas sus primeras 50 o 60 páginas, era bastante divertida, con grandes dosis de humor absurdo que en bastantes ocasiones esconde críticas a distintos aspectos del mundo y la sociedad.
Si quieres empezar a leer estos libros por orden de publicación, creo que es un buen punto de partida. ¿El mejor? Para la mayoría de lectores, diría que no.
Novelas como Ritos Iguales, que reseñe aquí y que se centra en el machismo que hay en las instituciones mágicas como la Universidad Invisible, o Mort, cuya reseña puedes leer aquí que sigue una serie de catastróficas decisiones tomadas por el aprendiz adolescente de la Parca mientras su maestro está de vacaciones, son autoconclusivos, y sirven como lecturas independientes.
Pero ni El color de la magia ni su continuación directa, La luz fantástica, son unas novelas tan horribles como para saltártelas. Así que, en caso de querer leer la saga por orden de publicación, como decidí hace yo, puedes hacerlo sin problemas.
Y si estás a la caza de tus próximas lecturas de fantasía, y no quieres establecer tu residencia en el Mundodisco de forma permanente, tal vez te interese mi ebook gratuito: Historia de la literatura fantástica en 17 novelas, en el que te hablo de diecisiete obras, autores (y autoras) y sagas que me parecen excelentes, muy entretenidas, y también clave para entender el género fantástico.
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¡Buenas!
Carlos tiene razón en muchas cosas. Yo también he escuchado los seis podcasts dedicados a Terry Pratchett y su Mundodisco en El vuelo del cometa y la verdad es que te enteras de muchas cosas interesantes.
La verdad es que yo me he leído prácticamente todas las novelas de Mundodisco ya. Incluso he hecho un superpost sobre él en mi blog. No obstante, no he comentado aún ningún libro por individual. Estoy trabajando en una reseña de este mismo y por ese motivo me ha llamado la atención la tuya Raúl.
Me ha gustado mucho.
Ah, era Neil Gaiman, gran amigo de Pratchett, el que desaconsejaba este libro cómo punto de partida, pero no porque fuese malo, sinó porque puede darte una impresión equivocada de cómo son las novelas del Mundodisco.
¡Un abrazo! ¡Me encanta tu blog!
Raúl, te puse mal la web. En esta respuesta te la pongo bien.
Muchas gracias, porque quería entrar y me he visto que me daba error 404. Voy a ir a leerme el superpost de cabeza.
A mí el libro me ha gustado mucho. Me encanta toda la crítica que hay detrás sobre el turismo, la cual considero plenamente vigente hoy en día. Es una novela perfecta para recomendar a un camarero, o cualquiera que haya trabajado en el sector jajaja.
Así que no pasa nada si no es el más representativo. De todos modos, uno de los motivos de que haya empezado a leerlos por orden de publicación es ese. En cualquier caso, con sagas tan largas y que llevan tantos años, lo raro sería que no cambiasen con los años.
Las personas, al fin y al cabo, no somos estáticas.
Un abrazo
¡Buenas, compañero!
Entiendo tu punto de vista y creo que el propio Terry Pratchett también, ya que él mismo «renegaba» un poco de sus primeras novelas de Mundodisco. Te recomiendo el podcast del Vuelo del Cometa donde hablan de su biografía.
Pienso que, a partir de Mort y Ritos iguales, va cambiando su perspectiva hacia su propia obra.
Mi preferida es ¡Guardias! ¡Guardias!, que la considero una novela que todos deberían leer, aunque no les guste la fantasía.
Enhorabuena por la reseña.
¡Saludos!
Hola, Carlos. Disculpa mi empanada mental, que acabo de ver que no te he respondido. Echaré un vistazo (o mejor dicho, una oída) al podcast. Mort me llama mucho la atención, en parte porque me parece que ya te adelantan su premisa al final de este libro.
¡Un saludo!