Devon Crawford está muerta. Lo dice la sinopsis de la contraportada, pero también la propia protagonista en las primeras líneas del libro. Con un tono mordaz, que se mantiene a lo largo del libro, explica que lo que tienes delante, aquello que vas a leer, son los flashes de las últimas semanas de su vida, aquellas en las que descubrió de la existencia del multiverso, sus nuevos responsabilidades como su guardiana y los peligros que conlleva, y la existencia de la Tienda Infinita.
Pero también una afirmación bastante interesante: que, de llegar hasta el final del libro, tú mismo estarás contribuyendo a la salvación del multiverso.
Así que, ya sabes. No dejes el libro a medias. Porque si el mundo acaba el mes que viene, tal vez te señalen como el culpable.
Índice
- 1 Ficha técnica de Devon Crawford y los Guardianes del Infinito
- 2 Una fantasía urbana, un multiverso y una base de operaciones increíble
- 3 Un libro con una estructura que recuerda al cómic, y un ritmo un tanto acelerado
- 4 El tono mordaz de una adolescente rebotada
- 5 ¿Merece la pena leer Devon Crawford y los Guardianes del Infinito?
Ficha técnica de Devon Crawford y los Guardianes del Infinito
- Título del libro: Devon Crawford y los Guardianes del Infinito
- Autor(a): Carlos J. Eguren
- ISBN: 9781533442901
- Número de páginas: 447 páginas
- Fecha de publicación: 2016
- Disponible en Amazon en tapa blanda, formato digital, y Kindle Unlimited.
Una fantasía urbana, un multiverso y una base de operaciones increíble
Una de las cosas que más he resaltado al hablar de Devon Crawford y los Guardianes del Infinito en mi Twitter, es la idea de la Tienda Infinita, que me parece una base de operaciones excepcional para la protagonista del libro.
Después de varios años alejada de su tía, al cumplir los 15 años, Devon regresa a la tienda que ella regenta. Al llegar allí, no obstante, descubrirá dos cosas:
La primera, que su tía Aurora está muerta. La segunda, que ella es su sucesora y debe heredar todas sus responsabilidades. Las cuales incluyen proteger la dimensión, pero también este variopinto establecimiento, donde se venden un sinfín de objetos mágicos, y que cuenta, entre otras rarezas, con un dios cefalópodo que parece sacado de los mitos de Lovecraft como lámpara de araña.
Las posibilidades que ofrece este escenario, como puedes imaginarte, son muchas. Y Carlos aprovecha distintos momentos de la narración para contarte pequeñas historias relativas a estos objetos, su creación o la forma en que llegaron a la tienda, que son una auténtica delicia.
La Tienda Infinita, además, sirve como ancla y punto de referencia de la ambientación, debido a su condición de pilar de la dimensión de las protagonistas. Devon Crawford y los Guardianes del Infinito es una novela ambiciosa, que crea y expande el multiverso a gran velocidad y en varias direcciones, por lo que la presencia de un lugar al que sus personajes vuelven una y otra vez ayuda al libro a mantenerse centrado.
Un libro con una estructura que recuerda al cómic, y un ritmo un tanto acelerado
Más allá de las referencias bastante habituales a diferentes cómics y novelas gráficas, o a que Marvel y DC tengan algunos de los multiversos más conocidos en la ficción, una de las cosas que me ha recordado a este formato es la estructura del libro. La novela está estructurada en arcos argumentales muy bien delimitados, con conflictos que se abren y se cierran, para luego dar lugar a otro nuevo, que te permiten conocer distintas facetas de la ambientación y que, al mismo tiempo, te van introduciendo un conflicto global que estallará en las últimas páginas.
Debido a esto, Devon Crawford y los Guardianes del Infinito es una novela larga, que abarca mucha historia en un solo volumen. Y esto hace que, en ocasiones, tuviera la sensación de que el ritmo era demasiado acelerado y no permitía desarrollar y diferenciar todo lo bien que habría querido a algunas organizaciones multiversales, como LABERINTO y MINOTAURO, que están enfrentadas, pero cuyas diferencias se desdibujaron en mi lectura.
No me pasó lo mismo, eso sí, con el Mercado Negro, que como su propio nombre indica, vende todo tipo de objetos mágicos ilegales, y demasiado peligrosos como para venderse en la Tienda Infinita de su respectiva dimensión, a la que dedica varios capítulos que están entre mis favoritos del libro.
En ellos, consigue crear un contraste muy bueno con el honesto establecimiento de Devon, y le da una serie de particularidades que me encantaron.
El tono mordaz de una adolescente rebotada
Devon Crawford y los Guardianes del Infinito está escrito en primera persona. Al fin y al cabo, la propia protagonista es quien te cuenta los acontecimientos que la llevaron a morir. Su personalidad, mordaz y afilada, permea la narración del libro, la dota de su propia personalidad y, en algún momento, tantea con elementos metanarrativos.
También incluye, siguiendo la estela de Terry Pratchett y su Mundodisco, algunas notas de pie de página muy expresiva y con un tono humorístico.
Un elemento que me llamó la atención es la alternancia de puntos de vista, algo que por norma general no encaja bien con un narrador protagonista y en primera persona, pero que en Devon Crawford y los Guardianes del Infinito funciona, por la forma en que la propia protagonista, que ve por vez primera estos acontecimientos, reacciona a ellos y los comenta con cierta extrañeza.
Estos, a su vez, sirven de preludio para un giro, en el último tercio del libro, que disfruté mucho y me evocó a ese juego con el lector que hay tras la carta de Hogwarts, o a las condiciones que se establecen en las series originales de Digimon para ser un Niño Elegido y tener uno de estos monstruitos de compañeros.
¿Merece la pena leer Devon Crawford y los Guardianes del Infinito?
Yo te diría que sí. Aunque en Amazon aparece como la segunda novela del Omniverso, la obra puede leerse de forma independiente a El Tiempo del Príncipe Pálido, que también está reseñada en esta página web. De hecho, esta novela fue escrita después de Devon Crawford y los Guardianes del Infinito y funciona como precuela y episodio 0 en igual medida que como principio de la saga.
La mayor diferencia entre ambos, a parte de su longitud, es la escala. El Tiempo del Príncipe Pálido es una novela con una ambientación bastante más pequeña y recogida, en la que apenas se distingue un atisbo del multiverso, pero en Devon Crawford y los Guardianes del Infinito este florece y se expande a gran velocidad.
En caso de que te apetezca leer una fantasía urbana con buenas dosis de acción y aventura al estilo de los cómics, personajes mordaces y sin pelos en la lengua, Devon Crawford es tu novela.
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