Han pasado varios meses desde los acontecimientos de El Imperio final y Luthadel se encuentra al borde del abismo. Elend, apodado el rey filósofo, aspira a utilizar su cargo para crear una monarquía parlamentaria, más justa e igualitaria que el sistema del Lord Legislador.
Sin embargo, las peleas de poder son constantes, y las tierras más alejadas de la capital caen en las manos de sus enemigos de forma constante. El invierno, además, se antoja muy duro a una ciudad que va escasa de suministros y que se niega a dejar a nadie atrás.
Y, si todo esto no fuera suficiente, hay un nuevo nacido de la bruma surcando las calles de Luthadel. Uno cuyas lealtades no son muy claras, pero que parece tener un gran interés en Vin.
El Pozo de la Ascensión es la segunda parte de la trilogía original de Nacidos de la Bruma, cuya primera parte he reseñado aquí. Al tratarse de una secuela directa, voy a dar por sentado que has leído el primer libro, del que habrá numerosos spoilers.
Si no lo has leído todavía, y quieres saber si merece la pena hacerlo, te recomiendo que leas mi reseña de El Imperio final.
Índice
Ficha técnica de El Pozo de la Ascensión
- Título del libro: El Pozo de la Ascensión – Nacidos de la bruma (II)
- Autor(a): Brandon Sanderson
- Traductor(a): Rafael Marín Trechera
- ISBN: 8466658904
- Editorial: Debolsillo / Nova
- Número de páginas: 784 páginas
- Fecha de publicación: 2009
- Disponible en Amazon en tapa dura, libro de bolsillo y formato digital.
Cuando matar a un dios emperador inmortal era la parte fácil
Destruir algo, por muy resistente que sea el material del que está hecho, siempre va a ser mucho más fácil que construir algo nuevo a partir de sus escombros. Esto es algo que podría aplicarse a cualquier cosa, pero que toma especial relevancia en la política.
Después de ser nombrado rey al final de Nacidos de la Bruma, aclamado por la ciudad completa, Elend se ha propuesto crear una monarquía parlamentaria, en la que haya representantes de los ska, pero también de los comerciantes y la nobleza. Y, aunque sus intenciones son buenas y su formación intachable, su idealismo chocará, una y otra vez, contra la codicia, el orgullo y la ambición desmedida de aquellos a los que ha cedido parte de su poder.
El Pozo de la Ascensión muestra que el peor enemigo de la democracia es la propia democracia.
Más en un contexto de crisis como el que azota Luthadel, con escasez de recursos y varios ejércitos acercándose a la ciudad. La situación es desesperada y Elend y sus aliados tendrán que resistir el deseo de muchos ciudadanos de sacrificar su recién obtenida libertad en pos de un gobierno más autoritario y estable.
Persecuciones, y mucha, mucha política
Si bien el libro tiene múltiples persecuciones y encontronazos entre Vin y el nacido de la bruma que he mencionado al principio de la reseña, el grueso de la primera mitad del libro no está dedicado a esta protagonista, sino a Ellend y sus intentos por mantenerse a flote en el complicado entramado político que él mismo ha diseñado.
Pese a todo, es fiel a sus principios. También un idealista. No esperes, por tanto, las conspiraciones a la luz de una antorcha o las tensas reuniones entre dos enemigos acérrimos que la vuelven tan interesante e intensa la política en Canción de hielo y fuego. En Luthadel las luchas de poder no son tan espectaculares ni sangrientas y es posible que, en algunos momentos, resulten pesadas. Estas escenas, no obstante, son vitales para el desarrollo de Elend, al que Sanderson mima mucho en este libro.
Para compensar, además, el autor añade de vez en cuando dosis de adrenalina, utilizando los vistosos poderes alománticos de Vin para crear escenas repletas de acción que siguen siendo tan divertidas como en El Imperio final.
También incorpora, poco a poco, más información sobre las primeras décadas del gobierno del Lord Legislador, así como datos sobre los eventos previos a la creación del Imperio final, que hacen que merezca la pena seguir leyendo.
Como conjunto, el libro funciona. Sobre todo su segunda mitad, cuando las tramas que no tienen que ver con la politica cobran fuerza y suplen la naturaleza más pausada de las intrigas palaciegas de Ellend. La primera mitad del libro, en cambio, me resultó bastante pesada, por motivos que te cuento a continuación.
Vin, Elend: hablad de una vez, joder
La política de Luthadel puede ser pesada, y creo que se le podría haber dedicado alguna página menos. Pero también es vital para entender a Elend, y el libro no podría existir sin estas luchas de poder. No puedo decir lo mismo, sin embargo, de la relación de Elend y Vin, que en El Pozo de la Ascensión su nubla por un cúmulo de dudas e inseguridades fruto de las circunstancias en las que se conocieron y enamoraron el uno de la otra.
Lo peor de todo es que estas dudas son lógicas y perfectamente comprensibles. El problema es que los dos personajes se las guardan para sí mismos, y dejan que estas crezcan sin control alguno, cuando la solución era muy sencillas: encerrarse en una habitación, tirar la llave, y no salir de allí hasta que aclarasen las preocupaciones del otro.
Si estas desaveniencias hubiesen sido un elemento accesorio del libro, no habría problema. Pero Sanderson estira demasiado el chicle, y dedica buena parte de los monólogos internos de ambos protagonistas a hacer crecer la bola de sus preocupaciones- La aparición de un tercero en discordia que está por estar, y que nunca se siente como una amenaza real a la relación entre Vin y Elend, tampoco ayuda.
Si superas la mitad del libro, no querrás dejar de leer
Muchos de los problemas que he mencionado resultan especialmente notorios en la primera mitad del libro. La segunda mitad de El Pozo de la Ascensión, en cambio, es mucho más interesante.
En primer lugar, porque varios personajes del libro El Imperio final, que se habían dispersado tras los eventos de este libro, reaparecen. Y elementos que en principio habían quedado eclipsados por la política de Luthadel empiezan a cobrar protagonismo y a envolver al mundo en el que se ambienta Nacidos de la bruma de un halo de misterio muy interesante.
A diferencia de El Imperio final, que termina dejando cerrada su trama principal, si bien deja la puerta abierta a una continuación, las últimas páginas de El Pozo de la Ascensión te dejarán con ganas de más. De saber qué pasa y de leer la tercera parte, El héroe de las eras, dado que el final es muy abierto y genera urgencia en averiguar cómo continúa la historia.
¿Merece la pena leer El Pozo de la Ascensión?
El Pozo de la Ascensión es una buena novela que resulta más lenta y pesada que su predecesora. Aunque esta es una losa con la que tienen que cargar muchas segundas partes de una trilogía. Pese a sus fallos, es un libro en el que Brandon Sanderson expande muchas de las ideas presentadas del primer libro y arroja en nuevas situaciones a algunos de los personajes más entrañables de El imperio final.
También expande el mundo, tanto al periodo anterior a la creación del Imperio final, como a las décadas inmediatamente posteriores, y dota de más contexto al personaje del Lord Legislador. Es en este libro, además, donde descubres el significado de las palabras que le dedicó a Vin mientras exhalaba su último aliento.
Mi recomendación, por tanto, es que lo leas. Rápido, en aquellas partes que te resulten aburridas. Si algo bueno tiene la lectura, es que podemos avanzar más rápido o despacio según cuánto nos interese una escena concreta. Una vez superada la primera mitad, mejora mucho. Y cuando llegues a la última página, no querrás parar.
Así que igual es buena idea que vayas preparando El héroe de las eras, porque una vez terminado querrás leerlo más pronto que tarde.
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