De todos los géneros que existen, la fantasía y la ciencia ficción tal vez sean los más dados a la creación de grandes series de libros. Tal vez sea porque, al crear un mundo de cero y establecer sus propias reglas, sea inevitable que broten un sinfín de ideas e historias que contar. O, tal vez, el problema sea que los escritores de este género somos unos pesados.
A veces, sin embargo, estas sagas de fantasía crecen tanto que sus autores son incapaces de acabarlas: porque les aplasta el peso de la historia que ya han contado, porque les distraen otros proyectos, por problemas personales o porque sus vidas se acaban antes de que pongan punto y final.
En el episodio número 5 de El Stedding, que puedes escuchar a través de este enlace en Youtube, pero también en Ivoox, hablamos de distintas sagas de fantasía inacabadas, sus causas, y si existe esperanza de que en el futuro se les ponga punto y final.
Índice
- 1 Las grandes sagas inacabadas de la literatura fantástica que podrían terminarse en el futuro
- 2 Sagas de ciencia ficción y sagas de fantasía inacabadas, que probablemente nunca reciban un cierre
- 3 Dune, La Rueda del Tiempo y otras grandes sagas de fantasía que fueron continuadas por otros autores
- 4 El caso particular de la industria del manga
- 5 Nuestra responsabilidad como lectores de estas sagas de fantasía inacabadas
Las grandes sagas inacabadas de la literatura fantástica que podrían terminarse en el futuro
Aquí es donde entrarían, en efecto, las dos grandes sagas que te vinieron a la mente al leer el título de esta entrada: Canción de Hielo y Fuego y Crónicas del Asesino de Reyes. Dos de las sagas de fantasía contemporáneas más populares y que, lamentablemente, llevan más de una década sin que se publiquen nuevos volúmenes que continúen su historia principal.
En el caso de Canción de Hielo y Fuego, los motivos no están claros. Personalmente, creo que buena parte de los problemas de la saga se deben a la combinación de dos factores: la inmensidad del mundo y el elenco de personajes de Martin, combinada con las dificultades de este para sintetizar información.
Dos problemas que ya se aprecian en la cuarta novela de esta saga de fantasía inacabada, que terminó dividiendo en dos volúmenes: Festín de Cuervos y Danza de Dragones, y que no parecen haber mejorado con Vientos de Invierno.
La realidad, en cualquier caso, es que cuando trabajas con una saga larga, que tiene tantos personajes, tramas y escenarios, conseguir encajas todas las piezas se va volviendo más y más complicado. Las posibilidades de caer en contradicciones internas y agujeros de guion crece de forma exponencial y, salvo que tengas a un equipo que te ayude a evitarlas y corregirlas, la tarea puede ser abrumadora.
En el caso de Crónica del Asesino de Reyes, sin embargo, los motivos son otros y, desde el punto de vista de los integrantes de El Stedding, que ni le conocemos ni le hemos preguntado personalmente, creemos que puede tener más que ver con la salud mental del autor, así como las expectativas creadas entorno a Las Puertas de Piedra.
También el hecho de que El nombre del viento fue la primera novela del autor, que pasó de no ser nadie a ser un superventas de la noche y la mañana, y que su ascenso coincidió con el auge de las redes sociales. Unas plataformas que favorecen la comunicación entre un autor y sus lectores y que pueden acrecentar en buena medida los miedos, inseguridades, y la presión a la que pudiera estar sometido de por sí.
En un caso similar, aunque a menor escala, se encuentra Scott Lynch, autor de la saga de fantasía inacabada de Crónicas de los Caballeros Bastardos, con dos volúmenes publicados hasta ahora. El tercero, sin embargo, se ha retrasado de forma indefinida, debido a numerosos problemas personales del autor, que van desde una depresión hasta el divorcio.
Sagas de ciencia ficción y sagas de fantasía inacabadas, que probablemente nunca reciban un cierre
A diferencia de las obras que hemos mencionado anteriormente, es muy poco probable que las sagas que vamos a mencionar a continuación se terminen algún día: la razón es que los autores y autoras que las escribieron fallecieron dejándolas sin terminar.
Dentro de la ciencia ficción, un ejemplo muy emblemático es la trilogía conformada por La parábola del sembrador y La parábola de los talentos. Dos obras que se sostienen de forma independiente, pero que iban a quedar cerradas de forma definitiva que Octavia Butler no terminó antes de morir.
Sucede lo mismo con Roger Zelazny, autor conocido por Las Crónicas de Ambar y que empezó en los años 80 una nueva saga, cuyas primeras dos entregas fueron Changeling y Madwand. Inicialmente, el autor había planificado publicar (¿cinco?), pero en lugar de continuar escribiéndolas, las abandonó en beneficio de otras obras alejadas de este mundo.
No podríamos terminar este apartado sin mencionar Mundodisco. Una saga de fantasía inacabada, pese a contar con más de 40 libros a sus espaldas. Aunque existen ciertas conexiones entre las diferentes obras de esta gran serie (algo que se explica muy bien en esta guía de lectura), lo cierto es que buena parte de estas novelas de fantasía cómica pueden leerse de forma independiente.
La última novela de esta saga de fantasía inacabada fue La corona del pastor, publicada en el año 2015, unos meses después de que falleciera. Pese a que su hija Rihanna también es escritora, sin embargo, no habrá nuevas obras de la saga.
El motivo principal es que el autor dejó en su testamento que Rob Wilkins, que administraba la propiedad del escritor, tenía que aplastar todos los discos duros que guardaban el trabajo de Pratchett con una apisonadora cuando muriera.
Además de Mundodisco, también quedó en el tintero una posible segunda parte de Buenos Presagios, la novela que escribió a cuatro manos con Neil Gaiman. El proyecto nunca llegó a concretarse, si bien este último autor mencionó que a lo largo de los años habían tanteado ideas para una continuación.
Lo más parecido a continuación de las aventuras de Crowley y Azirafel será la segunda temporada de la serie, publicada en Amazon Prime Video y que, si bien nos pareció muy divertida, carecía de ese humor tan característico que tiene Pratchett.
Dune, La Rueda del Tiempo y otras grandes sagas de fantasía que fueron continuadas por otros autores
A diferencia del autor que acabamos de mencionar, en este apartado nos gustaría hablar de dos sagas concretas que fueron acabadas por autores diferentes a sus creadores.
La primera de ellas es La Rueda del Tiempo, de Robert Jordan. Una saga compuesta por 14 entregas numeradas y una precuela, cuyas tres últimas novelas escribió Brandon Sanderson con la ayuda del equipo de Jordan y Harriet McDougal, la editora y esposa del autor original. Una situación de la que hablamos largo y tendido en el episodio del podcast que dedicamos a la vida y obra de Robert Jordan, que puedes leer y escuchar a través de este enlace.
Un segundo ejemplo es la saga de Dune. Su autor original, Frank Herbert, escribió las seis primeras novelas, y tenía planeado publicar una séptima y última entrega que no consiguió terminar. Su hijo, sin embargo, la publicaría en dos volúmenes con la ayuda del escritor Kevin J. Anderson, con quien colaboraría en muchas otras novelas ambientadas en este universo.
Más allá de la historia de Paul Atreides y sus descendientes, Dune cuenta con un ingente número de precuelas y obras derivadas, como una saga que habla de la Yihad Butleriana, la guerra de los humanos contra una inteligencia artificial desatada y que terminó con la prohibición de que los habitantes de la galaxia utilizaran robots.
Los Jinetes de Dragones de Pern, de Anne McCaffrey, es otra saga que continuó el hijo de la autora original. Se trata de una saga con un sinfín de novelas, que abarcan distintas épocas y lugares de esta ambientación particular. Las obras, que actualmente están descatalogadas en España, incluyen una particular mezcla de fantasía y ciencia ficción, que incluye viajes en el tiempo y un universo mucho más grande de lo que puede parecer a simple vista.
Finalmente, son muy interesantes los casos de El Círculo de Lovecraft y Conan, el bárbaro. El primero por cómo, ya en vida H. P. Lovecraft concibió esta mitología como un proyecto en el que participarían otros autores, no solo él mismo. Ya en vida, diversos autores escribiendo obras ambientadas en este universo y, después de su muerte muchos otros también participaron.
Gracias a esta naturaleza colaborativa, el universo de Lovecraft hoy en día cuenta con un sinfín de relatos, novelas, peliculas y series de televisión, videojuegos, y también juegos de rol de mesa (como La llamada de Cthulhu) y juegos de mesa.
Conan, el bárbaro, en cambio, es un caso bastante más tradicional. Los relatos de su autor original, Robert E. Howard, fueron publicados en el primer tercio del siglo XX, en las mismas revistas que también acogieron relatos de H. P. Lovecraft.
Pero, después de su muerte, y sobre todo tras su resurgimiento en los años 70 por los cómics de Marvel basados en este personaje, han surgido un sinfín de obras derivadas, entre las que se incluyen películas, cómics, varias novelas y también algún que otro videojuego, como el reciente juego online de Conan Exiles.
El caso particular de la industria del manga
Cuando uno piensa en obras y sagas de fantasía inacabadas, uno de los ejemplos que viene a la mente primero es el manga de Berserk. Una obra de gran calidad, con una base de seguidores muy fiel y una influencia que llega mucho más allá de lo que parece a simple vista.
Sin embargo, no está terminada. Kentaro Miura falleció en el año 2021, a la edad de 55 años, por causas que no están del todo claras. Durante años, sin embargo, su obra mantuvo un ritmo de publicación muy irregular, con unos pocos capítulos publicados al año pese a que su obra, en teoría, se publicaba en una revista quincenal.
La realidad era, sin embargo, que la carga de trabajo que implicaba trabajar en Berserk, con la ingente calidad de su ilustración, era demasiado para él. Como también lo es para muchos otros autores, que terminan desarrollando todo tipo de problemas y enfermedades debido a las extenuantes jornadas laborales que implica trabajar con la periodicidad que exige.
De acuerdo con este estudio, que no tiene una validez científica, pero que recoge los datos de más de doscientos autores de manga, la esperanza de vida de un profesional de este campo es 20 años menor que la del japonés promedio. Las largas horas de trabajo, a menudo, pueden desencadenar todo tipo de enfermedades:
Eichiiro Oda, el autor de One Piece, por ejemplo, tiene diabetes y ha tenido problemas de insomnio por su dieta y su ritmo de vida. Togashi, el autor de Yu Yu Hakusho y Hunter X Hunter, tiene la espalda destrozada por la carga laboral: solo puede dibujar unas pocas horas al día y tiene que hacerlo tumbado.
Estos son solo algunos de los ejemplos que mencionamos en el podcast, pero hay muchos más. Algunos, como estos, se corresponden a enfermedades físicas. Pero también hay muchos a los que les afectó de forma muy negativa la presión a nivel mental y emocional, como fue el caso del autor de Tokyo Ghoul, que también mencionamos en el episodio.
Nuestra responsabilidad como lectores de estas sagas de fantasía inacabadas
Como lectores que somos, de muchos de estos autores, entendemos perfectamente la frustración que genera una saga de fantasía inacabada. Hace unos meses, conforme se acercaba la publicación de El estrecho sendero entre deseos, diversos autores se pronunciaron para decir que ningún autor tenía la obligación de terminar una saga.
Y, a grandes rasgos, estamos de acuerdo. Pero al menos yo, (y aquí habla Raúl, no el resto), sí que creo que cuando anuncias que vas a publicar una trilogía, hay un compromiso implícito de que vas a publicar los tres libros. Y que, hasta cierto punto, es normal que la gente se moleste si la tercera parte nunca llega.
Sin embargo, hay que distinguir el bar bajo tu casa de las redes sociales. Si expresas esa frustración mientras estás tomándote algo con unos amigos, esas quejas no van a llegar al autor, ni a más gente aparte de tu grupo y el cotilla de la mesa de al lado.
Si lo haces en redes, en cambio, tu comentario se puede viralizar, atraer a la fauna más malvada y tóxica de Internet y crear una montaña de mierda tan grande y olorosa que termine por alcanzar al autor del que te estabas quejando. Y eso, desde luego, no va a facilitar que salgan nuevas entregas.
También hay que tener en cuenta, que no se le puede pedir lo mismo al resto de autores que se le pide a Brandon Sanderson. Porque Sanderson, desde hace tiempo, trabaja con un equipo compuesto por varias personas, que le permiten delegar las tareas más aburridas y extenuantes del proceso de revisión, y le permiten dedicar una mayor proporción de su tiempo a la escritura como tal de sus novelas.
Si a él le funciona, y se siente más feliz trabajando de este modo, perfecto. Ni Carmen, ni Álex, ni yo creemos que sea menos escritor porque pague a otras personas para ayudarle en el proceso de revisión. Pero hay otros autores a los que esta forma de trabajo no les resulte tan atractiva, que sean más perfeccionistas, o que prefieran trabajar a su aire, o con un equipo mucho más pequeño y menos organizado. Y esa es una opción igual de válida.
Porque escribir una novela lleva tiempo. No es una tarea mecánica, donde si el escritor se siente 6 horas vaya a avanzar el triple que si se sienta solo 2 horas. Y para que las ideas fluyan, hace falta un entorno personal y de trabajo sano y agradable para el autor.
En caso de que te haya gustado el artículo y quieras profundizar más en este tema, puedes hacerlo a través del episodio, que tienes disponible en Youtube e Ivoox. Puedes escucharlo a continuación:
Y si actualmente estás embarcado en la lectura de La Rueda del Tiempo, y quieres compartir tu progreso con otros lectores de fantasía, te recomendamos que entres en El Stedding, un canal de Discord centrado en esta saga de fantasía. Para unirte, solo tienes que hacer clic en este enlace.
